sábado, 2 de agosto de 2014

MISTERIOS DELUXE, UNO CONTRA TODOS Y DOÑA PEPITA

     Qué sinvergüenzas ayer todos los del Deluxe atacando a Amador Mohedano por lo que hace o deja de hacer simplemente porque vive (claro que aquí pensamos que algo tendrá que hacer mientras respira). Encabezados por su ex-mujer alcahueta, mala y manipuladora, que no puede reprimir que los celos la reconcoman, que se le nota a la legua que mangonea a todos los que la rodean, que si algo tenemos claro es que no hay dios que la engañe sin que ella lo sepa y sin que ella se deje, que se cree señora, que se dice señora, que desprecia y llama gentuza a toda mujer que sube Amador al ático donde vive, que lo manda fuera de su hogar y su libertad para hacer lo que todos en la nuestra, que se permite potestades que no le corresponden concediendo permisos y autorizaciones, y sin embargo, a las cámaras, los redactores, los guionistas, y responsables de que todo se sepa desde la rotonda de la vía pública de en frente no les dice nada, es la lógica de la diva, ya no hay mujer, ya no pulpa, ya sólo la pepita reconsumía que se permite llamar monstruo al hombre del que sólo hemos sabido que pide que lo dejen vivir tanquilo, que desprecia por lo bajo llamando fea a la mujer que lo acompaña, que pone cara de corderito degollado o suspira hacia adentro con aspavientos o baja los ojos como avergonzada cuando humillan y se ríen de su ex-marido como si no partiera la información de ella, a la que ninguna mujer le llega a la suela del zapato por sentarse en el mismo plató a contar las mismas miserias (¡y en clave menor!, ay dios y su regla torsía) y según la enfocan como para mostrar más su psicopatía que su dolor o sus monólogos de puro veneno rabioso y rencoroso, recordamos a un chaval, joven, adolescente, con más edad para tratar de colega a su padre y salir  de juerga con los amigos y tontear con las chicas que para tenerlo cenado, cambiado y durmiendo en su cama a las ocho de la tarde bien tapadico hasta las orejas. Y vaya si preferimos muy satisfactoriamente el quedarnos sin cobrar todos esos dinerales a que venga ese nuestro menor particular avergonzado de tan infantil trato y ridículo espanto.

     Como si pudieran hacernos creer que el monstruo que emerge cada tarde durante cuatro horas delante de una cámara fuera el que despelleja vidas ajenas tales como la del Matamoros o la Ximénez o la propia Benito, de la que no sabemos nada que no sea sobre su ex-marido, una tortillita floja aburría perdía para cenar y pastillas fluorescentes para el día siguiente brillar, no se sabe, porque es Amador Mohedano y no ella el protagonista absoluto del telecontenido de su nómina. Con el dos por uno, Amador les sale gratis y la que se lo lleva es Doña Pepita, alias Rosa Benito en pasados más felices, tantísimos miles de euros para que luego diga que no le llegan pa (otro gran misterio). Así que cuando unos masacran al que está callado y lo acusan de pregonar a los cuatro vientos las barbaridades con las que únicamente ellos comercian, los otros (que somos nosotros) nos preguntamos si el agua con misterio pareciera más que se la tomaran a pozales los componentes del programa estrella de la manipulación; con su dirección, su redacción, su producción, su matamoros de los impolutos mocos, su milagrosa del agua bendita, su presentadora y su doña pepita que se niega a bajarse del pico de la audiencia; y sin, ¡importante!, ese Mohedano que pasa olímpicamente de todos ellos. Entonces, pensamos que pudiera ser que los pozales de agua con misterio confusamente confundentes más que confidentes se los estaran tomando profesionalmente los que estaban TRA-BA-JAN-DO ocupados con el dedito en sus peinetas contra nuestro Amador para luego, oyes, increíble, ofenderse ellos mismos tontamente y solicitar al insultado que se disculpara.

     Están absolutamente convencidos de que su manipulación no se ve, no se nota y no traspasa la pantalla. La presentadora exigiendo disculpas a un Amador vilipendiado con dos peinetas y tres años de insultos, desprecios, calumnias y cachondeos varios mientras hacía hincapié por omisión en que no tenían intención alguna ni de mencionar que fueron ellos quienes insultaron primero al invitado cuando entró por teléfono ni de pedir disculpas, así que erigiéndose en vírgen al baño maría y representante de la digna dignidad de su digno cometido, ante una audiencia que no daba crédito, mostraba con truco y sin trato lo sinverguenzas que se puede llegar a ser ejerciendo como trabajadores del entretenimiento. Gracias Patiño por no disculparos. Recuerdos a Jorge Javier, que se estará subiendo por las paredes. Grande Amador. Enorme Mohedano.

     Todo empezó cuando la que se cree que todavía es Rosa Benito tuvo la desfachatez de echar en cara a Amador Mohedano que permitiera que el programa en el que es ella quien trabaja se dijera que está celosa de que su hija disfrute con su padre. Aquí viene lo de los pozales del misterio, resulta que Doña Pepita no ve que es el programa el que decide mentar la pregunta a Carolina Sobe, sino que cree que es el propio Amador, que ni trabaja ahí ni decide a quién van a putear y que además está harto de decirles cuando le empotran las alcachofas que lo dejen en paz. Pues es él el que lo permite, según Doña Pepita, el que le hace daño, ays, así empezó todo. Provocó que por fin llamase Amador Mohedano para colocar los misterios en su sitio, quién permite y quién no, quién dirige y quién no, quién manipula y quién no, y comenzó Amador diciendo lo mismo que un día en el concurso de Supervivientes donde con sus palabras ante una situación que lo incomodaba dentro de la isla hizo que nos diéramos cuenta de que el hombre que su ex-mujer con sus acólitos palmeros por la audiencia vendían cada tarde no tenía nada que ver con la calidad humana de su día a día, una vez más dijo que él no prohibe ni dice a nadie lo que tiene que hacer.

   Cómo es tan ruin de permitir esa pregunta dice una madre que lo tacha de monstruo, sentada en la silla, cobrando por su esparcimiento de porquería, esta noche actuación estelar con efectos especiales de niño abandonado. A Doña Pepita le va a dar algo porque Amador permite preguntas en su programa, misterios trastocados, y mientras Amador abre su corazón en canal para por primera vez hablar desde que volvió de la isla, Doña Pepita mira una y otra vez a Dirección para saber la pauta que Dirección marca hacia la yugular de su ex, no vaya a ser que espante la presa que tanto ansían sus jefes y con la desfachatez de acusar al bando contrario de lo del propio, fuera de sí reprocha a Amador por permitir la pregunta sobre su hija. Parece mentira que tú caigas en esa trampa de tus compañeros dice Amador con todo el fundamento y la sensatez del universo. Ays. Tonta tonta, mierda mierda. Cobro cobro, dinerito dinerito. Podría ser, pero los celos también. Y el teatro, puro teatro.

     Tú piensas que somos todos unos manipuladores, dice Patiño. Totalmente, contesta Amador. Tú qué manipulación crees que tenemos para meter todas esas mujeres en tu cama en tu ático. Ninguna, dice Amador. Las meto porque me da la gana, porque me gusta y me encantan. Las meto yo solo. Tonta tonta retonta la Patiño, decimos nosotros. Qué se puede decir a esto. Y más, mucho más que falta. Pero por el momento, además de dar por hecho que la Patiño no distingue entre follar en privado y manipular en Telecinco, es hora de cerrar con el capítulo final de nuestra historia de amor entre un amador perdido que fue a una isla con la ilusión de recuperar a su rosa de toda la vida. Y no lo consiguió.

 Porque, párrafo aparte para recalcar lo mismo que la manipulación de los misterios intercambiables, no fue nuestro Amador con su tubo (redondo como una esperanza, redondo como una luna llena) quien consiguió que fuera Rosa Benito cruzando los mares a buscarlo, sino que fueron la avaricia de Rosa para proyectar profesionalmente la venganza de sus miserias, su situación laboral top-top y su importancia mediática, vasilística y chiripitiflaútica las que le llevaron hasta el hombre que pensó, como algunos de nosotros, que por fin le llegaba la oportunidad fruto de sus esfuerzos por recuperar la mujer de su vida, pero no, porque a la isla llegó Rosa Benito ignorando soberbia los brazos del hombre que la quería recuperar, humillándolo con el disfrute de hacerlo a la vista de máxima exponencia. Ella más que ninguna, a ella nadie iba a compararla con gentuza, y absolutamente falta de generosidad y obsoleta, con egoísmo hiriente y dejando atrás una brecha de herida hemofílica en las ilusiones del hombre que se dio definitivamente por vencido, se dirigió a la palmera que le aplaudiera su teatro de antaño con su nombre inservible en rictus estático para siempre. Con su Montalvo manipulado. Su Tatiana manipulada. Su edición manipulada. Su público manipulado. Y su Sang Yong redireccionado. Y se la tragaron los recuerdos de los que jamás volvió. Y ahí la perdimos para nuestro Amador. Rosa Benito se quedó en la nada, atrapada en un intento de pura fachada donde perdió la oportunidad de revivir con sencillez y con normalidad junto al hombre que amaba. No existe ya la mujer que compartió su vida junto a los Mohedano. Rosa Benito se quedó en la isla de la palmera que llevaba su nombre, abrazada a ella y riendo para un cristal, como ayer reía esa otra mujer altiva que se jactaba de ser la propietaria del nombre vitoreado a las puertas de la Kedá.

     De su visita a Supervivientes 2014 han rescatado la clase de mujer que les interesaba, mucho más engreída, más chula y más mala que nunca. Con un peaje de treinta y cinco años menos. Regalo de su maravillosa cadena a la que no tiene nada que reprochar en un fatuo aniversario donde de un plumazo le recortaron las memorias felices de su vida. Con un par y marcando estoicismo crearon a Doña Pepita. Puro interés. Una más contra Amador. Que habla, larga y escupe como las otras. Pero mucho más. Y mucho peor. Porque lo que a Doña Pepita le jode es que Amador sea feliz. Y libre.

 

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entre manipular y no manipular yo tampoco choi manipular .-edzmundita dixivip6