sábado, 8 de agosto de 2015

FEMINISTAS COMO LA PATIÑO O VIOLENCIA CONTRA LA MUJER COMO GÉNERO O ESE SEÑOR HUBIERA SALIDO COMO DE LA TELEVISIÓN

     Bastaron los primeros minutos de la intervención de Nacho Polo en Sálvame Deluxe para desmontar todas las dignidades que cubren de gloria a sus contratados. Espectáculo esperpéntico de cada día en Telecinco que ya no me hace gracia. Una cadena que siempre he defendido porque no se pueden mezclar sus fantochadas con la seriedad. Hasta ahora. Que van de serios pero sin dejar las fantochadas bien trituradas con lo que dicen información y revisten de divina justicia contra quienes en su contra se alcen. Como ejemplo de información pongamos a José Antonio León, que nos trae todo tipo de noticias allende los muros de una cárcel o de un hospital o de un sarao con el supuestamente por delante. Todo, absolutamente todo lo que dice es supuestamente dicho y me pregunto si también cobrará sólo supuestamente, en consonancia con sus servicios. Es decir que la información es  única y exclusivamente "el supuestamente". Empieza y acaba en esta milagrosa palabra para que un tribunal de justicia a posteriori no actúe, repetimos, no actúe ante las barbaridades que se hacen escuchar con la intención de humillar y denigrar a las personas pero con supuestos oídos sordos como si supuestamente jamás se hubieran dicho. Así que todo lo demás que rodea a los cuatro o cinco supuestamentes por minuto son las florituras que adornan la poca vergüenza por destapar audiencias que tiene esta cadena. Imagínense si en nuestros trabajos de a pie fuéramos también violando y contraviniendo todas las reglas y normas con sólo poner un supuestamente entre lado y lado del embolado.

     Luego tenemos a María Antonia Iglesias, de la que me acuerdo continuamente cada vez que últimamente enchufo la cadena. Gran periodista reconocida, gran mujer, seriedad por los cuatro costados que apenas antes de perder la memoria y la vida tuvo que afrontar una nefasta decisión que se cargó de un plumazo decenas de años ejerciendo de profesional seria para terminar pringándose con esa viscosa y desagradable capa de barniz con la que la cadena unta a todos sus contratados y les confiere de un brillo y esplendor que sólo Matamoroses, Ximénezes o Hernándezeres son capaces de lucir como transferidos de todos los caminos del bien y la honestidad sin hundirse como la pobre María Antonia que no levantó cabeza  después de una penosa actuación cuya responsabilidad, eso sí, igual que la de todos los demás, le compitió única y exclusivamente a ella y su libertad de participación. A qué viene este recuerdo, más de uno os preguntaréis. Es tan real, tan actual y está tan presente cada día desde hace semanas que se convierte en el ejemplo perfecto del libertinaje que se ha ido permitiendo cada vez más con el tiempo esta cadena convertida en un adefesio acicalado de dignidades por todas las partes de todos los colaboradores y presentadores varios y con tantos secretos inconfesables para ocultar con celosía entre ellos como ínfulas para resaltar los de los demás. Y la solución no es ignorar la cadena que tanto he defendido y que ahora me provoca absoluto rechazo haciendo zapping. La solución está precisamente en hacerle frente y recordarles cada una de sus hazañas tan supuestamente delictivas como supuestamente delictivos son sus personajes protagonistas que encumbran como si fueran ejemplos a seguir para esa hambrienta sociedad que viene pisando con hambre y ansia las ganas de ser reconocidos ya no por el valor de la lucha que vale sino por la invención de las torticeras miserias de las que el ser humano es capaz y que en vez de evitar o superar parece que haya que buscar o inventar y magnificar para ser convenientemente premiados con el reconocimiento social, que es al fin y al cabo la razón de ser en un medio de comunicación, y magníficamente pagados con apariciones estelares de salarios honrados anuales en apenas un par de horas. Cuanto más sucio y rastrero el motivo, cuanto más inventado y más supuesto, mejor pagado.

     María Antonia para mí es un flash que recuerdo de una noria. Había varios, entre ellos el presentador, un Jordi Gonzáles que entonces iba de serio y de ejercer la profesión como se enseña, o se enseñaba al menos en las facultades. Sentaron para entrevistar a la madre del menor implicado en el asesinato de Marta del Castillo. De la entrevista recuerdo la impotencia que me provocaban las tornas cambiadas. Los entrevistadores iban de dignos acusando con indignación a una madre de defender a su hijo. Qué esperaban, me pregunté. Es que es para lo que se sentó aquella madre, para defender a su hijo y para cobrar el dinero que le ofrecieron por participar en el programa porque dijo abiertamente que lo necesitaba para la defensa de su hijo.  Y el ataque de los periodistas a la madre del implicado que se sentaba por dinero era desconcertante. Porque eran los ataques por sentarse en un plató que provenían de quienes le ofrecieron el hacerlo, la causa de su aparición, ellos fueron los que si acaso se saltaron todas las decencias que amparan cualquier código ético profesional para que un champú o una cerveza o un nuevo look asomara en la pantalla a incitarnos a estar bellos o refrescarnos. Y fue María Antonia la que más lástima me provocó porque estaba tan equivocada, estaban las tornas tan cambiadas, y no era ya el sentarse delante de la invitada, in.-vi.-ta.-da, importante detalle, que muchos no lo hubiéramos aceptado, al menos con el discurso que vimos, que era el del ataque por haberse sentado y no la entrevista en sí que podía resultar del interés periodístico. Sucio y rastrero para el que se sienta, pero en ambos lados. Si tal era la causa y tal mal se veía  no haberse sentado tampoco ellos ni haber participado del juego, algo que pareció afectar a Maria Antonia de manera brutal, puesto que participar de lo que se denuncia es error de base que hoy en día hace de credo en todas las tardes del Sálvame y noches Deluxe. La respuesta está en quiénes pierden la dignidad en estas entrevistas, si en quienes se sientan sin ningún compromiso profesional que los frene y que con inteligencia se llevan un dinero fácil por decir cuatro tonterías reales o ficticias, o en quienes sientan al invitado para atacarlo cruelmente porque se sienta a hablar de miserias reales o inventadas. Espectáculo. Espectadores. Profesionales. Personajes. Bla bla bla. Aquella entrevista que enterró a La Noria cruzó todos los límites, al menos los que los anunciantes no estaban dispuestos a cruzar para anunciarse ante las masas aborregadas ya un pelín cabreadas. O muy cabreadas. El caso que el poder, efectivamente está en esta masa aborregada, que ahora lo es cada vez más porque los anunciantes parecen ya curados de espanto y lo mismo les da que los profesionales de Sálvame saquen a pasear una pobre muchacha asesinada cargando el muerto a su nueva mina de oro para todo el verano, y sí, utilizo esta crueldad lingüística para denunciar con más indignación la trama vergonzosa que se traen y que a los anunciantes y a la masa aborregada parece ya no importar. 

     La mina de oro se llama Rafael Mateo. Paz Padilla, tan digna, entrevistó a la abuela y tío paternos de la muchacha asesinada por su propio hermano y entre los tres echaban todas las culpas mediáticas al novio inocente que en su día fue uno de los sospechosos del asesinato. Me asombra hasta donde puede llegar el retorcimiento humano por el dinero. La presentadora haciendo creer que se habla de esto por culpa del novio, pero entrevistando a la abuela y tío llevados por la cadena, sacando ellos continuamente el tema en cada uno de los programas de cada día. Y los parientes, que no la madre, esa madre que imagino con ganas de inflar muy consagradamente el cada vez mayor ego de la Padilla o los colaboradores. Y lo grave no es que la familia de la pobre muchacha ataque públicamente al novio que resultó finalmente inocente. Y que por supuesto que habría sufrido como sufrieron los demás. O más. Como sospechoso. Y la madre del novio tuvo que sufrir lo indecible viendo recaer sobre su hijo las sospechas del asesinato de su novia. Si nos ponemos en su piel, la lógica es que tiene que ser una experiencia terrible, el cariño a un ser querido que ha sido asesinado y la impotencia de verse culpable de semejante atrocidad sin serlo. Lo grave es que quien asesinó a esa novia y nieta y sobrina fue su propio hermano, nieto y sobrino de los invitados familiares, es inconcebible que aún así salgan para atacar al novio inocente, acusándolo de no haber sufrido.

     Y esta defensa a ultranza del novio tiene en el polo opuesto la realidad de un verano muy supuesto. Estafas, negocios sucios que hacen dinero a espuertas y todo ello aliñado de unas compensaciones económicas por parte de la cadena a los supuestos estafadores y las supuestas mammas cerebros de las operaciones que ya quisiéramos muchos para pasar un par de años holgadamente a la orilla de la bartola. Vale. El héroe del verano en telecinco. Y los champús rodando sobre ruedas, y los nuevos looks y las cervezas. Con la Pantoja de fondo todo el año. Ésta ya sí como delincuente confirmada, pero subida a los altares de telecinco,  porque será para mofarse y reirse todo lo que quieran, con el beneplácito de una Raquel Bollo que ya me gustaría ver sentada en el plató mientras ridiculizan a cualquiera de sus hijos maravillosos. Eso sí es dignidad, dinero y más dinero. Vamos forrando de billetes a un inculto y básico cromañón  con cascos de música amansa fieras y  una niña tonta tonta mediasete mediasete, el caso es que digan lo que digan y se dignifiquen lo que se dignifiques premian a este tipo de delincuencia y comportamientos nulos del más mínimo esfuerzo por mejorar la sociedad. Y una Ximénez de Cisneros alardeando de hija con carrera mientras se ríe de ellos con cara cada vez más amargada porque en su fuero interno tanto ella como los compañeros saben que son los otros los que se ríen los últimos. Jorge Javier Vázquez, desde la distancia ha tenido que padecer de mucha verguenza ajena este mes que lleva desaparecido, dice que ya no empatiza con la Bollo, ya desde la distancia y desde el ayer tiene que hacerle sentirse muy ridículo el hecho de que se ofenda tanto ante un maricón dicho con mala baba por parte del hijo de la Pantoja si como contrapartida ha estado riéndose de las gracias de Sandoval llamando durante años amaricona, maruja, gorda o calva, y todo en despectivo tono femenino para humillar a su ex-pareja de matrimonio homosexual, contrapartida también, por otro lado, la del buen vivir y mucho creerse con mucha entrada de teatro gracias a toda esa basura triturada como en un circo donde los payasos ejercen del poder de la información tomada por la fuerza y secuestrada por la mentira encubierta donde todo vale.  Todo vale, menos llamar al poli deluxe polígrafo. No se puede. Es poli deluxe. ¿Te consta? Me consta.

    Y siempre que hablo de esto me acuerdo de Pepe Herrero, un producto televisivo que encandilaba a las masas mucho más que cualquier otro ganador de realities y sus circunstancias, pero que sin embargo, no tenía cabida en esto de como la televisión es para muy dignos siempre que las dignidades las dejen en casa, las de verdad, que las de mentiras son el arma arrojadiza que continuamente utilizan para creerse por encima de los personajes invitados a los que les alegran la cuenta corriente sin escrúpulos ni miramientos sociales. Kiko Hernández, como dice Pepe Herrero, lo hace genial, con maestría y gran profesionalidad, puesto que al fin y al cabo obedece las órdenes del superior. El problema está en que hoy defiende a muerte a quien mañana no tendrá reparos en atacar sin compasión, y viceversa, según escaleta, minuto once, doce, trece, diecisiete, sus ofensas van medidas en minutos escatológicos, digo escalettos y así no puede ser porque no es televisión, es engaño. No pueden vender realidad con lo que no es real. Cada tarde debería aparecer un rótulo en  Sálvame anunciando que todo parecido con la realidad es pura coincidencia o que los personajes de los colaboradores son ficticios. Horario infantil a la par que van aborregando masas de verdad, no importa que no se les crea, lo que importa es que hacen de la irrealidad lo real y se desviven por tratar de que nos los creamos. Así no. Y esta noche viene interesante réplica que seguramente avale con creces letra por letra lo que llevo de código de emergencia escrito hasta que al fin voy llegando a Nacho Polo y su discurso inicial en el Deluxe de ayer. Todo lo demás se quedó obsoleto a la par que de máxima actualidad. Siempre me ha gustado la dialéctica y el pensamiento  bulliendo por tratar de empatizar con cada una de todas las partes. Así que la experiencia que tienen ellos tanto tiempo en antena es la misma que la mía tanto tiempo con las ganas. Mi consuelo es que duraría lo nada que van durando los que entran y desaparecen de repente. Hay que tener muy poca dignidad para ser tan dignos como ellos. Terelu Campos ejerciendo de todo lo que ha odiado profundamente y plasmado en demandas que bien podría redactar para todos los personajes que le dan de comer con la ley del mínimo esfuerzo. Laboral, digo. Que el moral y el ético tiene que ser de elefante enmemoriado. Ya me salió la pobrecica Terelu, #YoTambiénVeoTerelus. Ayer dijo Nacho Polo que Víctor Sandoval le llama La Claúsula, por aquello de ir adjunta a los contratos de su cada vez menos importante mamá, y se nota. Pero el lunes nos contarán lo mucho que se quieren y tal y tal y congelada y tal. Bueno, a lo que íbamos. La Patiño. Feminista orgullosa según ella. Que ayer ejercía de presentadora y no le competía opinar sobre lo que Nacho expuso al empezar el programa. Aunque luego se saltó la faceta de presentadora para opinar sobre una supina y soberana chorrada sobre el asunto polígrafo de oro de los Mateo, digo polideluxe.  Y es que  es así como hay que funcionar para trabajar dignamente en la cadena. Tragando carros y carretas, que los tontos como el Hernández hacen con gusto pero a otros les cuesta un poquillo pero son tan profesionales que disimulan con cara de pazguatos y siguen para adelante como si no se hubieran dado cuenta, como si no hubieran escuchado, como si no fuera con ellos. Especialidad de la Patiño, la nueva promesa de Telecinco. Fiel perra de sus amos, que con todos su feminismo brotándole las entrañas se quedó impasible ante el magnífico discurso inicial de Nacho Polo. 

     Y volvemos al principio. Esto parece un código. Pero tranquilos. Se está acabando.

a partir del momento 03:07:35


     "... seguramente que si hubiera sido.. eh, un caso, y tu ex-pareja a ti como mujer te hubiera estado llamando puta, idiota, estás gorda, no vales para nada, ese señor hubiera salido de televisón, pero qué pasa, que yo entre las piernas quizás tengo lo mismo que él, o más grande, entonces, se permitió que se me estuviera haciendo... mi ex-pareja... qué programa de televisión o qué cadena puede permitir eso..." 
Nacho Polo (Sálvame Deluxe 07/08/2015)


     Patiño impasible. La violencia de género no va con ella. Ella es más de la violencia contra la mujer. Y Nacho Polo no debe entrar en sus planes feministas. O laborales. Pero vamos, que no sólo no es lo mismo sino que es más grave si cabe. Una feminista de verdad lo es 24 horas al día y en punto álgido ante caciques que pagan. Y tal y tal. Y Polo congelado. Deseando estoy ver esta noche cómo dan cabida a un impresentable que atacará a un maltratado, que no sé si en su casa pero sí en la televisión, en aras del espectáculo bajo cualquier invención y forma de fama arraigada en las vergüenzas de esta sociedad con forma de televisión que ni es información ni mucho menos entretenimiento sano. Hay quien se entretiene apaleando perros. Pero eso no es entretenimiento. Y apalear al pobre Nacho Polo tampoco debería serlo. Aunque no lleve rulos. Y la Patiño le llamara Geisha porque en su matrimonio sólo trabajaba su cónyuge y dijo, atención feministas mundiales, que no merecía absolutamente nada después de la separación. Por amo de casa. Por vivir a la sopa boba. Y es lo que yo digo. Cuánto vale el plato de garbanzos que Nacho le prepararía con todo el amor a su Sandoval trabajador y llevador de nóminas pagadoras de todas las vidas. Pues eso, queridas feministas patiñas, tiene un precio. O mejor dicho. Una tarifa. Miserables. Putos conceptos de mentes enfermizas que creen que la valía de una pareja está en el desarrollo profesional del que trabaja. Y luego viene el Hernández acabando la apología criminal ésta de los entretenimientos espectaculares y nos suelta que el abogado, un abogado de verdad, eh, el de Sandoval está pensando en interponer una denuncia a Nacho Polo por tratar a Víctor Sandoval de maltratador. He aquí la mentira encubierta, la patraña que jamás se llevará a cabo. Porque la realidad quedó patente cuando Nacho habló de un maltratador en la televisión y consentido por la cadena, nada más empezar lo dijo, un maltratador desquiciado ávido de la fama enfermiza por la que todo vale pero que en la intimidad del hogar parecía comportarse con cariño y sentido común y raciocinio normal del que no se ve por cable. Pero ya está. Y el problema no es que yo lo vea, como ustedes habrán comprendido a esta alturas, veo y deduzco y malamente interpreto sin que me paguen cada minuto en su escaleta falsa y rastrera. El problema es que hay que proteger a la sociedad en general de este tipo de entretenimiento asesino. La ética y la moral profesional tienen que servir para algo. En todas la profesiones. Y más en estas que llegan a clientes por millones. El código deontológico ése tiene que servir para algo. Y el código general. 

     Y éste en particular. Pues sí. Se acabó.
diferencia entre embudo y tobogán: asesoramiento gatuito para pofesionales de gran hermano

entre manipular y no manipular yo tampoco choi manipular .-edzmundita dixivip6