JORGE

     Jorge me encantó el día que el presentador le preguntó por qué no había intervenido en aquella discusión tan fuerte que mantuvo Suso con Yola Berrocal.

     Verdaderamente llamaba la atención que no hubiera movido un dedo con la intención de tranqulizar a su amigo o frenarle cuando estaba destrozando la pasarela improvisada.

     Y cuando le contestó vi al Jorge inteligente en toda su esencia. Que no nos engañaba como tampoco aquel Suso de GH16 empeñado a cada paso que daba en retransmitirnos las reacciones que quería provocar en el resto de concursantes en la casa del Gran Hermano. Ese Suso no existe. Está desaparecido en combate. Ya pasó a mejor vida. Ahora ejerce de monigote natural de la botella de su casa, la nueva, la de sus más importantes y mejores famosos amigos en la que naturalidad y realidad van  desmenuzadas y licuadas en un nuevo formato exclusivo para su uso amaestrado llamado fingir que no finjo en mí.

     Y siempre por delante de Jorge.

     Todos por delante de Jorge.

    Y entonces escuché el argumento base sobre el que giraban todos los guiones de sus compañeros. Claro que le hubiera frenado le contestó a Jorge Javier Vázquez. Claro que en la calle no le hubiera consentido esa actitud gritando como un energúmeno a alguien que se mantenía tranquila con intención de conversar sin gritar.

    No lo hizo por el espectáculo.

     Porque entendía que formaba parte de aquello que las cámaras tenían que grabar para recoger material.

    Porque alguna otra vez ya lo había intentando y se lo reprocharon. Casi no termina de decirlo porque era algo que no correspondía sacar a la luz.

     Y entonces vi al único Superviviente que se encargó de ejercer como superviviente sin necesidad de provcar ficciones o movimientos cuyo eje central favorito saben que tiene que ir revestido de agresividad y malas maneras.

     Sin hacer daño a nadie. Siempre ayudando. La parte de Mila Ximenez superviviente que ha salvado a la parte de Mila Ximenez bulto necesario.

    Simplemente disfrutando de la isla. Sin necesidad de invertarse chorradas y dedicado a llevar los peces y el fuego.

     El jefe de la manada en cualquier reducto de vida animal.

    Y como tal merecido ganador.