CHIQUI BIG LITTLE WOMAN

     Apenas en diez minutos empieza la Gala de Supervivientes que decidirá si Chiqui pasa a la final o si lo hace su contrincante Nacho. Las prisas del concurso y la afición de los que lo vemos nos obliga a veces a no poder escribir tanto cuanto quisiéramos.

     Chiqui es una superman en chiquitito con un par de ovarios, por eso el inglés del título es tan inherente al archiconocido kryptoniano Clark Kent como a nuestra cartagenera pequeña gran mujer. Sólo quiero mostrar mi apoyo a esa incansable y agradecida concursante que ayer recibió la visita de un hombre que le confesaba delante de las cámaras sus escarceos sexuales con otras mujeres a pesar de estar casado con ella, y ella, que entiende perfectamente lo qué es amar en lo bueno y en lo malo, sin reproches para lo que no se puede cambiar a pesar del sentimiento tan grande que es el que le importa y del que ella se sabe dueña, salió en defensa de su pareja con una sonrisa y unas enormes ganas de disfrutar con él lo que quedaba de gala, de noche, de concurso y de vida... fue muy emocionante ver cómo esa mujer lloraba y gritaba desbordada por la emoción de verlo alcanzar su misma orilla y abrazarse rebozados en arena.

     Ha luchado, es refunfuñona, pero tiene un gran corazón, y es una persona que afronta la vida real desde una edad que no le da oportunidad de trabajo a diferencia de su compañero de palestra Nacho Montes, bien situado y ya muy reivindicado a través de todos los rivales que ha ido sacando fuera de concurso, los dos últimos una Katia que parecía invencible y un Amador que nos ha robado el corazón con su forma de concursar tranquila y muy hacendosa.

     Un beso muy grande para Almudena, una pequeña gran mujer luchadora que le tocó empezar a concursar enfrentándose a un mundo de felicidad en edad del pavo eterno, con esos y esas jóvenes de cuerpo diez y mentalidad de cuento de hadas con los que no tenía nada en común, y aunque recibida a regañadientes, muy lejos de achantarse se enfrentó al día a día con la ilusión que traía desde hace tres años y con toda la decisión de ganar y con todo el miedo de perder.

     Por eso Chiqui ofrece esas impresión de estar enfadada con la vida, ella no juega, ella está acostumbrada a sobrevivir a nivel personal y sigue haciéndolo a pesar de estar en un concurso. Cuando se atraviesa esa impresión inicial se descubre la picardía de una niña que se resiste a madurar, que sabe disfrutar de la vida y que es feliz, sólo le falta ese premio que le de la estabilidad que necesita y sobre todo merece, se ha ganado un reconocimiento por parte del público que espero que se refleje en su paso a la final.