jueves, 21 de septiembre de 2017

reculation is coming (segunda parte)

     El caso es que  cuando el presentador decía a cien auténticos desconocidos "estáis haciendo Historia" lo que realmente quería decir es que él, como siempre, una vez más, era él y solo él el que estaba haciendo la Historia conduciendo con su renombre y su reapillido cien concursantes ,cien eran cien, del salón de Guadalix al pabellón de pruebas como si el matadero se vistiera de Gala con sus luces y una puesta en escena espectacular que no va con lo que realmente buscan los amantes de este formato de concurso.

     Cuando empiece el viernes La Voz imaginad no cien sino doscientos, no, trescientos, no mil, qué leches, mil concursantes en el escenario esperando ser finiquitados sin empezar, sin mostrar sus cuerdas vocales, sin mérito pero con gloria, la de la Historia de lo nunca visto. Me da igual si lo que vimos el pasado martes fue un espejismo o una realidad, si eran la mayoría extras entre los verdaderos concursantes engañados para la trama o como nos dijeron, cien eran cien los cien concursantes. Ahora en las estadísticas, si llevamos en 17 ediciones  doscientos y mucho o más de trescientos concursantes, ahora en la wikipedia tendrán que meter cien más por la revolution ésta en la que ya tenemos  estadísticamente ochenta nombres con sus ochenta apellidos que no podrían ser excluidos bajo ningún concepto si tenemos que ser serios. Podían tranquilamente habernos hecho cómplices de una trama en la que a los 18 verdaderos concursantes se les hacía creer que entraban cien y que no estaban todavían  confirmados porque harían una criba en una pregala de selección, pero simplemente, haciéndonos disfrtuar de la puesta en escena y el engaño sin necesidad de innovar a la contra, es decir, a lo gh spain estupidez supina. Hubiéramos entendido mejor, mucho mejor, esa marabunta de gente aborregada de una estancia a otra. El caso es que la HIstoria se hizo con el peor dato de arranque de edición donde, efectivamente, quedó claro quién hizo Historia y cómo.

     Sin televisión no existiría Gran Hermano. El jueves llegará el 24 horas pero hay también que hacer un poco de autocrítica entre aquellos que se creen que las productoras y todo el abanico que se extiende en un enorme elenco de sueldos, desde los ejecutivos hasta los operarios que hicieron un impresionante trabajo de luces, de focos, en plató y en la casa, están para su divertimiento exclusivo en las redes sociales. A ellos que les den mientras el agradecimiento brilla por su ausencia. Tampoco es así.

     Yo no veo el 24 horas. Y disfruto de las Galas y resúmenes. Entiendo que quien sepa todos los movimientos de la casa a lo largo del día se aburra con la repeticiones muchas veces de las mismas escenas generalmente como promoción de lo que ellos, quienes pagan, quieren destacar.  Hay que ser muy egoísta también para creer que sobra todo menos la emisión del 24 horas.

     Y me molesta especialmente que la gente reivindique con tanta exigencia sin ningún miramiento por la generalidad, de una forma tan particular, lo que yo, lo que yo, lo que yo, lo que yo.

     Aún así voy a centrarme en lo que acabo de criticar para darle su valor, el esencial, y realmente el único que hace de Gran Hermano su razón de existir: las veinticuatro horas de emisión día a día y mes a mes donde el espectador valora el concursante y todo lo demás es añadido y necesario hasta el punto de que sin ello (la televisión y su rédito) no hay nada. Nada. Y es lo que pasó el martes pasado con la indignación más que justificada del clamor en las redes.

    Ahora van de la mano, incluso el poder ya lo respalda más la plataforma digital que la propia televisión. Y quienes están en lo más alto no saben cómo lidiar con la parte gratuita del poder contra la parte real de un negocio económico cuyo sentido sin beneficio no existe. Pero hay que tener, como en todo lo que se emprende, un mínimo de honradez y toda, toda la dignidad. No vale el juego sucio, no vale resolver el beneficio a la fuerza, con el abuso, con la humillación. Y es así como han ido desde hace mucho en esta cadena resolviendo su incapacidad para adaptar a sus clientes en un engranaje  donde lo principal es cuidar y proteger, algo que no saben porque han aprendido que avasallando, y con el abuso y la crítica negativa obtienen los resultados de forma más rápida y abultada.

    Su objetivo en este Gran Hermano es copiar los resultados del último Supervivientes. Con sólo  televisión, y emitiendo desde sus plataformas controladas, consiguieron excelentes resultados acaparando las parrillas larguísimas a cuatro horas por día durante tres días a la semana.

     Quieren repetir y por eso amputan las redes sociales, la emisión durante el día del 24 horas, es  cortada sin respeto alguno, de forma autoritaria, para que la borregada les siga, pero en esto de ser borregos la culpa no es de ellos. Han abusado durante años y la audiencia sigue respaldándoles. Mañana instaurarán las cámaras porque será mañana, jueves sagrado, el inicio del concurso y la raya de salida  donde informarán de la poca paciencia del consumidor para esperar realmente el genuino pistoletazo de salida.

     Pero mientras tanto tienen su sondeo y sobre todo, su fracaso, recularán como ya recularon hace un año pero lo que pasó  lo hizo desapercibido por afectar sólo a aquellos usuarios que consumen la plataforma digital de pago. Menos escandaloso pero igual de grave, el poco respeto que tiene el grupo Mediaset por sus usuarios. En Movistar desaparecieron de su parrilla tanto Telecinco como Cuatro. Rollos de publicidades que por un lado se entienden pero bajo ningún concepto se puede resolver una cuestión dejando al cliente tirado como una colilla. Intermitentemente aparecían y desaparecían  pero quien pagaba por ver la televisión con una variopinta oferta de canales y series en la plataforma entonces llamada Yomvi, no tenía acceso  a sus putas cadenas financiadas con dinero público gracias a los anunciantes que les pagan con el dinero que dejaron de invertir en la televisión pública a costa del contribuyente mal parado. Ningún respeto.

     Pero todavía fue a peor. Abrieron su emisión de forma restringida. Échale los cojones de Espartero. Y llegó Gran Hermano. Diez de la noche, un jueves. Emisión abierta en la plataforma digital. UNa ventaja para ir viendo con retrospectiva con un margen de dos horas, echando hacia atrás el último comentario para verlo repetido tantas veces como uno quiera, o para captar una imagen o un gesto. Es la televisión de pago. Y así disfruté aquel día del comienzo de la pasión casi sagrada de tantos y tantos  que pensamos que Gran Hermano es un punto y aparte en un buen rato de nuestras vidas.

     Llegó la siguiente Gala. Diez de la noche, disfrutando la primera hora hasta que, de repente,  a las 23:00h sale un mensaje en pantalla que dice algo así como: ESTA EMISIÓN ES RESTRINGIDA , con lo que me cortan el disfrute yme agarro tal cabreo que casi dejo para siempre el concurso y la cadena, pero me pudo mi afiliación a este blog y el respeto y cariño que encontré en muchos de vosotros. Tuve que cambiar a la televisión y olvidar el poder rebobinar o repetir aquellas frase o imagen...

     Les duró la chulería lo que les va a durar ésta patraña mal formada y que perjudica básicamente a toda esa gente que realmente le pone su tiempo, su esfuerzo y su sueldo para que al final el resultado no se pueda ni siquiera estimar, valorar o agradecer. Y es injusto, muy injusto.

    Me pregunté el por qué y encontré la respuesta rápidamente. Imagino que a través de yomvi dispersaban su inestimable audiencia y sus datos tenían que ser, por encima de todo y de todos, manipulados y tergiversados. Y digo manipulados y tergiversados porque el Grupo de Antena Tres y La Sexta no jugaron nunca a sacar a su telespectador de la plataforma de pago para derivarlos como borregos a donde más les interesara. Con esto quiero decir que las circunstancias tenían que ser las mismas para los resultados, las audiencias trabajaban con la competencia también restada con las digitales, pero no, Mediaset tenía que jugar sucio, y obligar aaquellos que estaban viendo la gala por internet, lo hicieran a través de Mitele en vez de su plataforma de pago. Mitele. Visitas. Competencia. Publicidad. Sin miramientos. Y eso es una cerdada, un abuso, una falta de respeto y un auténtico insulto hacia la inteligencia del que paga, a Movistar o aa su famoso Corte de Mangas triangulado en verde con tarjeta propia y tienda en casa.

     Por eso no veo Mitele, por eso no me apunto a su aplicación. Por abusadores y mafiosos de tres al cuarto, por trampear las audiencias a golpe de cuatro en cuatro horas.

    Ocurrió. Terminaba la Gala o el Debate y durante las dos horas siguientes se estropeaba la aplicación de Mitele para que el usuario consumiera Gran Hermano por la televisión, esa emisión tan sencilla de explicar, sin trampa ni cartón. Eso lo entiendo e incluso lo aplaudiría si fueran honestos: la emisión de gh durante las sguientes dos horas podrás seguirla por televisión. Viven para ello y de hecho, todos los profesionales que trabajan en Gran Hermano cobran de ello. Pero juegan siempre sucio, por lo bajo, por lo rabioso, sin explicaciones, sin disculpas, abusando, sin cuidado, sin cariño, sin un poco de respeto, sin seriedad. No se puede empezar Gran Hermano, ni martes, ni con cien ni haciendo creer, sin dar una simple explicación de por qué la cámaras no están trabajando al servicio del ojo que ve, del ojo que decide, del ojo que echa, de todos y cada uno de los ojos que hacen la verdadera razón del ser y del existir de este programa, sí, programa, especialísimo programa de televisión.

    Están echando un pulso. Creían que iban a arrasar sin plataformas diluyentes. Quieren calcular el control de cuatro horas martes, jueves y domingos, a lo que añaden sálvames, deluxes y voces y ya tienen la pócima mágica que les suben los promedios de audiencias como la espuma.

    Pero se les ha interpuesto un fenómeno poltergesit  en el camino. Con el que no contaban.

    Por fín lo hemos descubierto. El espíritu de Gran Hermano son las cámaras.

    Y a todo esto hay que añadir la humillación y el poco respeto a sus concursantes, esos concursantes que llevan desde la pasada madrugada del miércoles concursando para nada concursando para nadie concursando para qué, perdón, no es así. Están dentro sí, pero no están concursando. Nadie les ve. Las redes sociales están apagadas, la verdadera revolución está apagada.

2 comentarios:

  1. lo que empaña un casting cojonudo y grandes concursantes
    exceptuando los impostados exageraos
    que impostar es cosa de jugar
    pero haciéndolo bien
    y lo más importante
    después de enchufar las cámaras al contribuyente votador es:
    QUE LOS VOTOS SEAN REALES
    y que LES DEJEN SUELTOS
    sin guiones
    sin direcciones
    sin marcar
    ellos VIVIENDO DENTRO se vayan CONDUCIENDO SOLOS
    y se ESTRELLEN O SE ESTRELLEN por SÍ MISMOS
    en el más amplio sentido dos los dos opuestos :))
    besicos

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  2. buenogüeno... yo te he leído esa mañana los RECULATIONS con toas tus protestas de LATELE, y sí pos sí, y porque estamos aquí y porque queremos estar con toas es que estamos, esperemos por LO NUESTRO de entre nosotras y veremos... que dicen los ciegos.


    mucha confianza te leo en que sí hay 24 JOTAS. ya veremos.... que dicen los ciegos.


    yo estoy pacientemente enfadada.


    ta la noche niña. aunque.... to puede ser que cambiemos y no lo grabemos y todo.

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diferencia entre embudo y tobogán: asesoramiento gatuito para pofesionales de gran hermano

entre manipular y no manipular yo tampoco choi manipular .-edzmundita dixivip6