Verdades o mentiras aparte, que no lo sé, un Amador que yo no he visto en tres años y que me sorprende que los que lo atacan se asombren de sus reacciones con las burradas y barbaridades que han dicho de él públicamente, machaconamente, casi a diario, ha ido ahora a una isla a concursar por un dineral a la semana. Que, por cierto, es muy barriobajero pregonar a los cuatro vientos el caché de Amador Mohedano en cuanto ha pisado la isla, al contrario que ocultar de forma muy barrioclasera el caché de la respetable Doña Bibiana Fernández, cuando la diferencia es mínima, 30 contra 24 mil por semana -según se ha publicado-, si tenemos en cuenta que los viceversos cobran mil, vamos que son mileuristas semanales, muy por debajo de ellos y muy por encima de un mileurista de antaño ahora también envidiado por una gran parte de la población. Por eso no podemos mezclar este tipo de televisión con una política de servicios sociales o comparar la situación económica de una familia necesitada con la de la gente que participa en la nómina de estas empresas televisivas. De igual forma que cómo se muevan las cuentas corrientes de Rosas Benitos o Marisas Acmpañantes o cómo se mueven las cuentas de Pantojas y Urdangarines son temas distintos que no pueden mezclarse como no se mezclan la justicia y el cachondeo, aunque es muy preocupante que la primera sea cada vez más descaradamente un amago del segundo por falta de movilidad en una sociedad que no reacciona. Pero eso es otro tema, y la vida da para todo, y aquí sólo buscamos un escape de lo cotidiano, un rato de ocio y una sonrisa frente a lo que leemos o comentamos. Así que seguimos con la supervivencia que nos atañe por el momento, que es la de un grupo de concursantes en una isla, mundo aparte.
Hablábamos de esos mismos que publican el caché de Amador pero ocultan el de Bibiana con la intención de indignar a la audiencia contra el primero y dejar tranquila a la señora, que dijo iba allá sólo para adelgazar y tomar el sol. Y lo ha cumplido, ha tenido la poca vergüenza de esperar que todo el concurso girara en torno a su persona y su palabrería del Club de la Comedia (gracias sale) esperando que los que van por mil euros le revoloteen como moscas y criados. Y encima de verla no hacer nada y reprochar a los que le pagaban sueldo y lujosa estancia que las cosas no se hacían a su gusto y semejanza, hemos tenido que aguantar cómo una troupe de pelotas rimbombantes la han recibido como si fuera la ganadora de la edición.
Eso sí que hay que reconocer a Rosa Benito, fue una gran concursante, una gran trabajadora y una gran conocedora del medio y creadora de imágenes de resúmenes y galas. Conocedora la Exploradora, alias Rosa Benito, experta en el medio y el trafulqueo como nadie, la rosita del Amador.
Mientras que los casi cien mil euros que se ha embolsado Doña Bibiana no se han sabido hasta su regreso, pero no por volver sino porque ha entrado Amador, éste ha tenido la sana vergüenza y el orgullo propio de currarse el salario que le pagan y ponerse a trabajar, a mover a los demás, algo que se le ha criticado porque dicen que cada uno haga lo que quiera, si no se movieran los unos a los otros la edición podría ser la de un sólo concursante tipo Lomana en el Palafito (un Rafa muy original cuando habla en su forma acompañada por su físico, por cierto).
Amador trabaja, inventa, mueve, vive, habla, canta, nada como los delfines, incluso fuma con un cigarrillo casero de nativo que hasta ahora no habíamos visto en nadie, y sobre todo, va a la pruebas con un espíritu de superación admirable. Quiere ganar, porque no sólo está en juego su orgullo sino el que quiere mostrar a los ojos que lo observan, que son un par de millones en general y un par de dos en particular.
La seriedad y el sufrimiento con el que afrontó la prueba de líder me produjo una emotiva sensación de querer estar a su lado, igual que la ternura que me provoca cuando en los juegos de equipo contra equipo los jefes van eligiendo a quienes quieren que jueguen con ellos hasta que queda sólo Amador como un patito feo descartado por ser impar y tener mucha más avanzada edad.
La prueba por el collar de líder del otro día, con el brazo alzado, cuando en la entrada de Calcetines Blancos recordábamos el lobo solitario de Kevin Costner que interpretaba a un soldado enamorado de una india llamada De Pie Con Puño En Alto, fue una curiosa casualidad y una corazonada agradecida. A sus sesenta años, ese #AmadorMohicano (como le llaman en estas redes tan sociales y tan pesqueras) tiene tanta fuerza por luchar por la dignidad y el amor como un indio de aquellas películas de vaqueros en blanco y negro donde los que cortaban cabelleras lo hacían en defensa de su mujeres, hijos y tierras.
Amador, con gran sorpresa y asombro para muchos de a los que nos molestaba su participación en la isla, como si fuera un intruso que perteneciera a otra historia, resulta que nada más llegar nos ha conquistado un poco, y el tiempo lo dirá, pero ahora quiere trabajar, y sobre todo hemos visto en su mirada bajo ese sombrero y su comportamiento dicharachero que ha encontrado la forma desesperada de recomponerse públicamente del desmenuzamientos que se ha hecho con su persona. Es un tío que tendrá todos los defectos del mundo (compartiendo muchos con todos los que le vapulean a diario erigiéndose en entidades intocables) pero muestra una responsabilidad recíproca al contrato tratando de trabajar, de mover la isla, de mostrar cómo es o cómo quiere ser. Tiene gracia y sentido del humor, es algo que traspasa la pantalla si se tiene. Mala leche y prontos también traspasa que los tiene, como también se traspasan los de los que lo critican con tanta pasión ante una cámara con piloto encendido.
Si ese Amador que no se ha dejado ver en tres años ahora quiere recuperar su dignidad y su Rosa, y si esa Rosa que nunca quiere y que ahora parece que televisivamente le dan vía libre para dejarse querer convenientemente, pues es más que sospechoso que tal vez sea así como han querido siempre ambos. Puede molestar al que se sienta engañado, pero es mucho más irritable que los que trabajan para mentir a conciencia y luego desmentir a conciencia y olvidarse de lo mentido anteriormente para renovarse en nuevas mentiras que volverán a ser desmentidas como los tiburones que se muerden las colas, algo que Kiko Matamoros domina saltando como perdiz mareada entre diaros y deluxes, pues que sean esos precisamente los que se lleven las manos a la cabeza es indignante. Pero es indignante porque forma parte del juego y para hacerlo creíble han justificado juego y audiencia en un saco de boxeo relleno de vida ajena que no tenían en nómina llamado Amador Mohedano. Amador Mohedano ha sido la justificación de todos sus males. Pero ha salido para decir que él no es un saco ni una justificación. Es un hombre herido que sólo quiere que dejen de hurgar en sus heridas y cicatrizar.
Esto es un mundo de mentiras, porque es espectáculo. Que lo vivan personas de carne y hueso y no personajes está en cada uno. Nosotros vemos un guión y nos entretenemos. Y en el guión de los realities ha entrado un Amador que me ha gustado y quiero defender, principalmente porque la Rosa Benito que hace tres años jugó con José Manuel Montalvo tenía infinitamente más claro que nosotros que eso le daba toda la audiencia y todos los puntos para ganar. Esa realidad de su premio metálico es una realidad que destrozó a su entonces marido, por mucho que lo niegue y por mucho que se haga la tonta queriendo hacer creer que no pensaba que se iba a montar la que se montó con el coqueteo que se trajo con la única intención de armar la que armó, sabiendo que tenía que apartar lo feliz, muy feliz, muy muy feliz que ha sido ella toda su vida para pensar en voz alta como una perdedora de adolescencias negadas con dos meridianas intenciones. Una, la de dar con qué jugar a sus compañeros a razón de cuatro horas al día, y dos, la de conducir ese precioso SsanYong que ahora conduce. Vida profesional y personal se le entremezclaron rabiosamente y Amador no supo distinguirlo, es difícil cuando uno es el centro del protagonismo de la peor parte del espectáculo. Jugar con fuego quema pero vivir con él calcina. Parece que Rosa sigue sin entenderlo.
Si algo no se le puede negar a Amador es que hace falta ser muy valiente para presentarse ahora en esa isla a recuperar lo que se perdió en ese largo y retorcido camino que une la edición pasada con ésta, por mucho que le paguen, porque quiere hacerse valer, quiere demostrar que él también puede llegar al final, y creo, es una sensación, que quiere reconquistar a su Rosa y entender que lo que ella hizo no tiene nada que ver con su vida personal. Y hoy es un buen día para decirlo, mezclando santos con rosas y mentiras. O no. La vida es así.
prueba por el collar del líder del pasado lunes
diez minutos de prueba, Amador sufriendo |
Después de quince minutos sigue Amador aspirando a la final con dos supervivientes que ya han sido líderes, Katia y Abraham. Sólo pueden quedar dos.
Katia, Abraham y Amador, llevan veinte minutos |
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Finalmente ganan Abraham y Amador, al fondo orgulloso de haberlo conseguido |
Katia, que acaba de perder, felicita a Amador |
Amador ya es finalista!! |
Esta imagen también nos recuerda la diferencia en la forma de concursar entre Amador Mohedano y Bibiana Fernández, protagonistas de otra diferencia de categoría televisiva abismal de la que ya hemos hablado, categoría que no se corresponde con el paso por el concurso, otro lapsus, éste de yin y yang evidente y a la vista en la imagen, tan opuesta a la de aquella Bibí empeñada hasta con su vida en boicotear las pruebas que no le gustaban.
Y finalmente, nos recuerda esta instantánea la polémica del plátano habida entre Matamoros y Mohedano de la que hablaremos la próxima entrada, si no nos come el tiempo a nosotros y todavía da lugar, que luego tenemos el Debate.
plátanos, pezones, etc etc para la siguiente entrada
ResponderEliminarSigue escribiendo, me encanta!
ResponderEliminarme ha encantado, gracias, espero seguir leyendote
ResponderEliminaroh, gracias :)) bueno, ya tenemos nueva entrada, espero que os guste.
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